Han pasado tres días, y echando una mirada atrás, este viaje a Barcelona ha sido algo increíble. Nunca habíamos viajado juntos y esta era la primera vez para el equipo. Al iniciar el largo viaje (casi 6 horas), pensé que sería un aburrimiento, ¡pero de eso nada! Nos reímos, nos lo pasamos muy bien, jugamos… ¡¡e incluso compusimos unas canciones entre todo el equipo!!.
Cuando llegamos a Barcelona, sobre las diez de la noche, sabíamos que nos esperaban dos días intensos, no solo por la competición, sino por el entrenamiento del sábado. Nos esforzamos mucho para que estos últimos cinco meses de trabajo (desde octubre) se vieran recompensados. Pero no todo es trabajar. Otra de las cosas que más me gustaron fueron las noches de hotel. Fueron geniales, ya que nunca había ido a un hotel con un grupo de amigos y sin padres cerca. Vimos pelis, jugamos por las habitaciones y nos escondimos de aquellos que querían que nos fuésemos a dormir... no lo consiguieron, a las 4 nos íbamos a la cama... Además nos llevamos unos walkies, ¡great idea! Así podíamos seguir hablando cuando nos devolvían a nuestra habitación. En mi opinión, creo que es una buena forma de afrontar los nervios de última hora, todos juntos, y pensando en todo menos en la competición.
Me alegré muchísimo cuando conseguimos el pase a la final internacional y poder sentir lo que es quedar entre los mejores. Este viaje a Barcelona me ha hecho entender el espíritu de esta competición, y ahora que se como es esto, quiero seguir hasta que cumpla los 17. Es cierto, que hay que invertir mucho tiempo para entrenar, pero se aprenden cosas que no te enseñan en el colegio, además de trabajar en equipo y de escuchar las ideas de los demás. Me alegra saber que cada día la FLL gana más participantes, ya somos más de 200.000, y animo a todos los que no compiten a que lo hagan, porque si tienen algo de curiosidad, hay que arriesgarse a probarlo, para así darse cuenta de que la FLL merece la pena y que es una experiencia inolvidable.
Cuando llegamos a Barcelona, sobre las diez de la noche, sabíamos que nos esperaban dos días intensos, no solo por la competición, sino por el entrenamiento del sábado. Nos esforzamos mucho para que estos últimos cinco meses de trabajo (desde octubre) se vieran recompensados. Pero no todo es trabajar. Otra de las cosas que más me gustaron fueron las noches de hotel. Fueron geniales, ya que nunca había ido a un hotel con un grupo de amigos y sin padres cerca. Vimos pelis, jugamos por las habitaciones y nos escondimos de aquellos que querían que nos fuésemos a dormir... no lo consiguieron, a las 4 nos íbamos a la cama... Además nos llevamos unos walkies, ¡great idea! Así podíamos seguir hablando cuando nos devolvían a nuestra habitación. En mi opinión, creo que es una buena forma de afrontar los nervios de última hora, todos juntos, y pensando en todo menos en la competición.
Me alegré muchísimo cuando conseguimos el pase a la final internacional y poder sentir lo que es quedar entre los mejores. Este viaje a Barcelona me ha hecho entender el espíritu de esta competición, y ahora que se como es esto, quiero seguir hasta que cumpla los 17. Es cierto, que hay que invertir mucho tiempo para entrenar, pero se aprenden cosas que no te enseñan en el colegio, además de trabajar en equipo y de escuchar las ideas de los demás. Me alegra saber que cada día la FLL gana más participantes, ya somos más de 200.000, y animo a todos los que no compiten a que lo hagan, porque si tienen algo de curiosidad, hay que arriesgarse a probarlo, para así darse cuenta de que la FLL merece la pena y que es una experiencia inolvidable.
When we arrived in Barcelona, around 10P.M., we knew that we expecting two intense days, due to the competition and the training on Saturday. But not everything is working. Another thing that I liked were the nights in the hotel. It was great! I had never been in a hotel with a group of friends without parents nearby. We watched movies, we played and we hid from those who wanted us to go to sleep... at 4 we went our bed... In addition, we took some walkies, great idea! So we could continue talking when we returned to our room. In my opinion, being together is a good idea before competing to claim the nerves.
I was very happy when we qualified for the international final. This trip to Barcelona has made me understand the spirit of this competition, and now, I want to continue until I have 17 years. I need to train a lot, but we learn things that the teachers don’t teach in the school, and also we learn to working in groups and listen to the ideas of others. I glad to know that every day the FLL earns more participants, we are more than 200,000. If you are curious, join us, it is an unforgettable experience.